... EL ÚLTIMO COMBATE ...

         Intento seguir el consejo de mi amigo Juan… intento positivizar todo lo que ocurre día a día, buscarle el lado bueno y arrancar el malo y tirarlo a la basura, pero a veces es tan difícil…

         Llevo casi un mes tirado en casa, siempre he dicho que necesitaba descansar, que llevaba mucho tiempo sin hacerlo y que ahora me apetecía que fuera así… pero si lo pienso bien… lo que me da miedo a reconocer es que realmente he perdido la ilusión por las cosas, tengo la sensación de caminar entre la niebla y dar vueltas en círculo sin tener un rumbo claro…

         Llevo un tiempo en el que he perdido demasiadas cosas… en el último año y medio he perdido a la persona con la que me hubiera gustado compartir todo mi vida, a una amiga y compañera de aventuras, la misma mano traidora que me arrebató a uno de mis mejores amigos sin dejarme despedir… recientemente he perdido mi trabajo y con el… millones de sueños y proyectos compartidos, y ahora estoy a punto de arrugar la última página del libro que me tiene como protagonista de mi propia vida…

         Realmente, el haber perdido mi trabajo es lo único que puedo llegar a decir que ha sido bueno para mí… tal vez porque he vuelto a recuperar parte de mi vida, sobre todo a la gente que me importa… o tal vez porque… a fin de cuentas ha sido lo único que he podido elegir…

         La felicidad se sirve en vasos pequeños, pero cuando no eres capaz de alcanzarla te la bebes a chupitos de crema de orujo… no quiero volver a caer en el mismo agujero otra vez… espero haber aprendido que ese camino te lleva de viaje a ninguna parte, a la mañana siguiente despiertas y el problema continua justo en el mismo lugar que lo habías dejado…

         Pero ahora me encuentro en mi rincón del ring… llevo ya catorce asaltos y la paliza que he recibido me ha tumbado casi cuatro veces… la primera vez en el tercer asalto, en el que perdí la mitad de mi vida y el brillo en mis ojos… en el séptimo la alegría y mi sonrisa, en el décimo mientras me levantaba de la lona… dejaba en el suelo mis sueños  e ilusiones… y es que el púgil que se alza delante de mí es inmensamente grande y fuerte, es mi día a día el que me golpea una y otra vez fuerte en las costillas hasta dejarme sin aliento…

         Y ahí estoy ahora… sentado en la banqueta del rincón… apenas puedo abrir los ojos y ver, mientras la gente de mi alrededor no deja de gritar que me levante de nuevo, que esto aún no ha acabado, que aún me queda un asalto por disputar…

         Pero si ellos pudieran imaginar… miro a los lados pero apenas puedo verlos, ya escupo sangre y me tiemblan tanto las piernas que me da miedo ponerme en pie… no sé si seré capaz de hacerlo…

         Clin!!!

        Suena la campana, es mi último asalto… al otro lado se encuentra mi enemigo, erguido y confiado… yo apenas puedo ponerme en pie sin ayuda… si vuelvo a caer al suelo perderé toda esperanza y no podré levantarme más… pero soy valiente y he llegado hasta aquí… es la hora de sacar todo lo que tengo en el sótano y asestarle un último golpe…    

         “Le doy gracias al Dios que fuere… por mi alma inconquistable…”



‘’ ¡Esperad!...contarle hasta diez, que seguro se levanta ‘’

Palabras pronunciadas en el entierro de Stanley Ketchel, Boxeador…