Hola Manuel...
Te escribo, que es la mejor manera que tengo para despedirme de ti, ya sabes que la palabra no es lo mío, y ahora que no estás no se me ocurre otra forma de hacerlo…
Esta tarde fui a verte donde ya sabes, imagino que si la fe tiene razón, estarías por allí mirándote desde fuera, y estando junto a nosotros sin poder decirnos nada, sabes como soy, y no he derramado ni una sola lágrima por ti, pero escribir esto me está costando el alma entera, y cada lágrima que derrocho es una puñalada en el corazón…
No entenderé jamás por que lo has hecho, ni entenderé jamás que hayas sido tú y que nunca me hayas dicho nada sobre todo esto, pero no seré yo quién te juzgue, no seré yo el que te pueda echar nada a la cara, solo me duele no haber estado más cerca de ti estos últimos días para poder hacerte cambiar de opinión y hacerte ver que merece la pena vivir, a pesar de todo… no seré yo quién esté enfadado contigo, nunca lo estuve y ahora tampoco, tan solo triste y hundido por tu pérdida maldita e imprevista… si alguien te tiene que perdonar tampoco seré yo, puesto que antes de todo esto ya te he perdonado…
Descansa en paz y ahora que tienes tiempo viaja a donde siempre quisiste ir, soñador del mundo…
Un abrazo eterno de tu siempre amigo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
... ¿QUE TE HA PARECIDO? ...