PRÓLOGO
Hace ya ocho años… parece que fue ayer mismo cuando embarcaba un 16 de Septiembre rumbo a un país extraño para mí, bueno… supongo que para mí y para casi todos y todas los que aquella primavera de 2003 nos presentamos voluntarios para acudir a esta misión. He de resaltar la importancia de que, por aquellas fechas (mirando un poquito hacia atrás) tan solo tenía 20 años y que la idea del mundo que podía tener un joven muchacho de esta edad que no había visto más que su pueblo era más bien… ¿escasa…?, si podría decirse así, muy escasa para ser más exactos.
Esta serie de relatos sobre mi experiencia en Kosovo, no trata más que de relatar más detalladamente todo lo que ocurrió, no sólo la estancia allí, si no también todo el tiempo de preparatoria durante aquel año 2003 y como influyó en mi vida a partir de la vuelta en abril de 2004. No busquéis un diario en estas líneas, veréis que todo esto tiene muy poquito de “Cuaderno de Bitácora”, cada uno puede contar las cosas tal y como las ha sentido, y habrá gente que las pueda contar sin ser capaz de transmitir un solo sentimiento, tan sólo se limitará a poner un día y una hora y relatar sin más lo acontecido en un día de su vida… para bien ó… para mal, pero tan sólo será eso, una línea continua de actividades con un cierto orden de causalidad, al acabar de leer no habrá logrado en su público arrancar ni una sola sonrisa ni tampoco una sola lágrima, sin más dejaremos nuestra butaca de lectura y… ”A otra cosa mariposa”.
Los que me conocéis de hace más tiempo (y las personas que me conocen de algo menos…), ya sabéis que no es mi estilo, así que prepararos para una aventura Sentimental sin palancón, llena de experiencias, risas, sentimientos, lágrimas, amigos y amigas, frío, clases, niños y niñas, choque de culturas, militares (por supuesto) son los “protas” de esta saga, música, diversión… una aventura llena de amistad, compañerismo, grandes y pequeños gestos que cambian la vida de las personas, navidades increíbles, abrazos, nacimientos… podría seguir pero… prefiero dejaros con el sabor en la boca de querer saber más, así me aseguro un público animado para más adelante, todo esto… es un truco para manteneros al pie del cañón.
Un amanecer de un día cualquiera…
Deciros también que me siento orgulloso de tener un público tan maravilloso al otro lado de las pantallas de vuestro ordenador o teléfono móvil… he de reconocer que en estos ocho años me llamaron para dar dos pequeñas conferencias sobre mi experiencia allí, y a las dos citas acudí, una fue una pequeña trampa gracias a mi amiga Suyapa, que el día de la Paz quiso que fuera a su cole para hablar con sus peques de infantil, y lo que en principio estaba pensado para unos veinte “Renacuajos y Renacuajas”, corrió la voz y se convirtió en un salón de actos y más de ciento cincuenta “Bichos y Bichejos” de no más de siete años… la verdad es que una vez metido entre peques… ¿qué más te da veinte que ciento cincuenta no?... pues eso pensé yo, y disfrute como nunca en la vida… gracias por la oportunidad Suyi.
La otra fue hace un poco menos. En mi pueblo abrieron un ciclo de conferencias llamado “Naveros nos cuentan”, una especie de “Naveros por el Mundo…” pero a nivel local y en el que buscaban a gente del pueblo con algo interesante que contar. Y para allá que fui, ¡¡¡Cómo no iba a querer hablar delante de la gente que me ha visto crecer…!!!, allí estaba mi padre y mi madre (como siempre), mi abuela, dos de mis mejores amigos Agustín (Nieto para los amigos) y mi estimado amigo Manuel (que en paz descansa), Don Pedro (Profesor de toda la vida, de los de antes, de los de verdad), amigos y amigas de la familia, algún que otro periodista, etc.. en total unas cuarenta personas que casi llenaron el pleno del Ayuntamiento, ¡Increíble!, no porque yo estuviera en el Ayuntamiento (aunque eso también), si no porque… ¡El Pleno estaba lleno!, y nadie discutía por temas tontos… como he dicho… Simplemente Increíble…
Guardo con mucho cariño este momento, cuando uno puede y le dan la oportunidad de contar algo así es… como deciros, maravilloso… arrancar sonrisas y también lágrimas a personas que no han estado allí, hacer esta historia suya, que formen parte de ella… y hacerles sentirse orgullosos y orgullosas de ti……. Es algo que no tiene precio… aquel día lo recuerdo como uno de los más felices de mi vida… si esta, existe de verdad (y yo pienso que si…) en mi diccionario personal pondría al lado de “Felicidad”, una foto de aquel momento.
Un pequeño regalo de anticipo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
... ¿QUE TE HA PARECIDO? ...