22 de diciembre de 2011

... NO HAY GORDOS NI FLACOS ...

No hay gordo ni flaco… ni premios sin trabajar, bueno… esto a veces no se cumple, me alegro por las personas a las que hoy les haya tocado el “Gordo” o… el “Flaco”, y vean sus cuentas nominales del banco engordar un poquito…

            Yo… no juego a la lotería, nunca lo he hecho, pero imagino que algún día lo haré… pero por ello nunca he dejado de soñar… lo único que las cosas que yo pueda llegar a imaginar en mi cabeza, pues… son más asequibles de conseguir y a veces, muy de vez en cuando se cumplen, es como… pedirle un deseo a una estrella fugaz mientras viajas en el coche… yo siempre cedo mi deseo a la persona que me acompaña…

            Pero bueno… no me he puesto a escribir para hablar de loterías ni dinero… pero si de premios y de ilusiones personales, por ello quería plasmar en el papel digital todo lo que pude llegar a sentir el sábado pasado…

            Para la gran mayoría de las personas imagino que no fue más que un sábado corriente, pero para mí… fue uno de los días más felices de mi vida…

            “Son las 22:37 minutos de la noche… a esta hora la señora Prudencia estará viendo la televisión en su sillón mientras acaricia a su perrita… a la misma hora junto al río, una pareja pasea de la mano bajo el manto de frío, en ese momento el la abraza y surge un beso que les llena de calor… justo en ese instante, al otro lado de la ciudad el Señor Julio prepara la mochila concienzudamente para asaltar la próxima cumbre al día siguiente, y es en ese instante cuando Yo, Jonathan Racionero Martín entro en el bar, La Ferroviaria a las 22:43 minutos exactamente…”

            Y… ¿Cual es la sorpresa que me llevo?, que me estaban esperando un buen grupo de Socorristas, todos amigos, amigas y compañeros de fatigas con los que he combatido durante estos dos últimos años… personas que lo han sido todo durante todo este tiempo y las cuales, tan solo querían agradecerme el trabajo y el tiempo empleados… la verdad es que… me quedé sin palabras, y a día de hoy solo puedo decir… MIL MILLONES DE GRACIAS… no me cabe en el pecho la alegría que llevo dentro…

            Siempre he pensado que uno en esta vida no es más que lo que pueda significar para el resto de personas que lo rodea, es decir… que solo somos realmente lo que el resto del mundo crea y recuerde de nosotros… nunca me he considerado nadie importante, tan solo un ser humano a quién le encanta lo que hace, alguien que le pone toda la ilusión y empeño a la vida, y que piensa que el resto de personas que entran en ese círculo… son muy importantes y de las cuales siempre se puede aprender más que lo que se les puede llegar a enseñar…

            Yo pensaba que… cuando a uno le hacen este tipo de agradecimientos… es cuando ya eres muy mayor e intentan hacerte sentir bien dándote las gracias por tu entrega a lo largo de tu trayectoria en la vida… (Algunos pensarán que si lo soy y estarán riendo seguro), pero yo no lo soy… y gracias a estos grandes rayos de felicidad, hacen que uno siga teniendo alegría por vivir, pase lo que pase… y llegar a ese momento de ser tan viejitos… porque… hacerse mayor es un premio que hay que ganarse.

            No se me ocurría otra forma mejor de dar las gracias a tanta gente… esto es lo que me ayuda a expresar los sentimientos que colman mi interior, y la verdad es que… hay miles y miles más para los cuales no encuentro la forma adecuada de llegar a escribir, nadie es perfecto… y mucho menos yo pero… seguiré intentando sacarlos al exterior…

            Mil millones de gracias por todo… mi tercer premio fue el reloj… el segundo premio fue… el libro de firmas, y el Gordo de la noche… la carta que escribisteis para mí, yo… no podría haberla escrito mejor jamás… os confieso que he derramado muchas lágrimas en casa… llorar no es malo, es un signo de humanidad, gratitud y alegría…

            No le puedo pedir más a la vida… tan solo… que alguna vez podáis sentir lo mismo que siento yo ahora mismo en mi interior… orgullo, humildad y felicidad…

            Echaré de menos las clases y las horas de piscina… los arañazos, los golpes y el cansancio pero… jamás las cenas en casa, los pimientos de padrón, los paseos en furgoneta, los viajes, la montaña, montaditos los miércoles, los buenos y grandes momentos compartidos, las miradas… eso nunca lo perderemos, seguiremos juntos… y esto, es lo más importante para mí en este momento… la aventura continúa…

            Como dice mi gran amigo Hugo… nos vemos en el siguiente capítulo…




“Olvida que has dado para recordar lo recibido”

Mariano Aguiló (1825-1897) Poeta español.

1 comentario:

  1. Te puedo dar las gracias por ser mi amigo, por lo que hemos compartido, por haber contado contigo siempre, pero lo que más te agradezco es el haber colaborado en ser la persona que soy hoy.
    No eches de menos grandes momentos, vuélvelos a repetir, que no haya nadie que pare tu pasión, tienes todavía mucho que enseñar a muchas personas y soy de las personas que te pide que no les abandones, ya buscaré la manera, al final el tiempo nos dará la razón.
    Daniel Morón

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