21 de enero de 2012

... PACTO ENTRE CABALLEROS ...

Imagino que a todos y a todas nos ha llegado ese instante en el que harto de no ver la salida nos ponemos en manos de otra persona, a veces de un buen amigo, otras veces en nuestra madre… y otras pues de cualquier persona que se siente a escucharte unos minutos y con quién tras desahogarte  te sientes un poco mejor pero… a veces esto no es suficiente así que, al final y aunque no quisieras hacerlo nunca, lo haces… harto de buscar una respuesta y más aún de encontrar un poco de ayuda y consuelo, intentas buscarla en quién siempre has decidido no hacerlo y a quién solo recurrimos cuando creemos que todo está perdido… en Dios…

Anoche y después de muchísimos años volví a abrir ese pasillo tan estrecho que nos ha unido siempre… sé que no es justo que lo haga ahora después de tanto tiempo, siempre me he negado a reconocer que pueda haber algo o alguien que desde cualquier sitio pueda mirar todo lo que hacemos día a día… y sé que estarás muy enfadado conmigo después de todo, y te aseguro que es más que comprensible, pero también sé que si te pareces un poco a nosotros y que si… me conoces, que seguro que sí, no te durará demasiado el enfado y al final harás lo que puedas por intentar que nos sintamos mejor en nuestros días grises…

Puedo decir que yo también he estado muy enfadado contigo todo este tiempo, las razones ya las conoces… nunca he entendido que si existiera alguien que nos amara por encima de todo pudiera haber en el mundo tanto mal. Siempre te he culpado de todo lo malo que ocurre en el planeta, de todo el daño que dejas que nos hagamos día a día, pero… nunca me había parado a pensar que… nos dejas vivir nuestra vida, que nosotros somos los verdaderos protagonistas de ella, y que son tan solo nuestras decisiones las que marcaron el pasado, lo hacen en el presente y lo harán en el futuro… y que si queremos cambiar las cosas amargas y horribles, lo tenemos que hacer nosotros, aunque sé que siempre ante cualquier dificultad allí estarás insistiendo para seguir adelante…

Seguro que sufres por todo lo que ocurre aquí abajo, y seguro que el trabajo es tan grande que no te da tiempo a solucionarlo todo, siempre he pensado que no eres una persona de grandes acontecimientos ni hazañas, que no te gusta hacer grandes obras que todos podamos contemplar… sino más bien, son los pequeños detalles en los que te gusta participar, y eso además de respetable es humilde, justo lo que necesitamos en este caos… humildad…

Ya sabes que… al igual que todos te he pedido algo, y entenderé que tal vez ahora no sea el momento de poder hacer nada… sabes también que lo que he pedido no es para mí, sé que es más fácil cumplir las cosas cuando no las pides para ti mismo. Pero me conoces perfectamente y no me gusta pedir sin dar nada a cambio, no para que lo tengas más en cuenta si no porque creo ciegamente que la cadena de favores es la mejor forma de cambiar las cosas…

Sabes que es muy posible que alguna vez me vuelva a cabrear mucho contigo, es seguro que no siempre entienda por que pasan las cosas, pero pienso que es una prueba para mantenernos firmes… no para comprobar nuestra fe hacia ti… sino más bien la fe que tenemos en nosotros mismos, para tropezar y caer… y para levantarnos de nuevo e insistir…

Te he prometido que además de no volver a hablar mal de ti, lo cual es injusto, ya que no es nada honrado hablar mal de nadie, me he comprometido a intentar echarte una mano aquí abajo con tus cosas, y no pienses que voy a volver a la Iglesia… ya sabes que en ella me cuesta muchísimo más llegar a confiar, confío en ti pero no en como ellos quieren que lo haga… así que voy a hacer todo lo posible por cumplir mi promesa, voy a trabajar por cambiar las cosas a mi alrededor, voy a intentar ayudar a quién lo necesite, tal vez esta sea la misión que tengas para mi aquí abajo, sacar una sonrisa a los demás, y quizás solo quizás esta sea la manera de encontrar mi hueco en el día a día, y al final del todo yo también encuentre en la felicidad de los demás la que me he dejado perdida en algún lugar…


“No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias” 

Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

... ¿QUE TE HA PARECIDO? ...